Cuenca es, sin duda, una de las ciudades más bellas del Ecuador, pero para mí, su verdadera magia va más allá de su arquitectura y calles adoquinadas. Lo que más disfruto es la increíble variedad de lugares para acampar que rodean la ciudad: desde campings urbanos hasta cerros, quebradas, cañones y valles. Uno de esos lugares especiales es la Quebrada Obscura, un sitio que logra capturar perfectamente ese equilibrio entre exploración y tranquilidad a 30 minutos de Cuenca.

¿Cómo llego a Quebrada Obscura?
Para llegar a este lugar en vehículo propio, debes dirigirte a la parroquia Santa Ana, ubicada al sur de Cuenca. Una vez allí, ubica la iglesia y continúa hacia la parte de atrás, justo frente a la entrada de metal del Centro Polifuncional Marco Matamoros. Encontrarás un camino de tierra que debes seguir hasta llegar a un parqueadero grande de tierra, donde hay una casa que cuida los vehículos por un costo de $1 si solo vas de visita y $5 la noche si vas a acampar.
Si prefieres llegar en bus, toma la línea 24 que pasa por la calle 12 de abril. Esta ruta tiene su terminal cerca de Santa Ana. Desde allí, puedes caminar aproximadamente 5 km hasta llegar al parqueadero de la quebrada, o pedirle al chofer que te recomiende a alguien que te acolite llevar hasta el lugar. Una vez en el parqueadero, estarás listo para comenzar la aventura. En términos de tiempo, cual sea el medio que utilices, el recorrido no toma más de 45 minutos desde Cuenca.
Al llegar al sitio de camping…
Sea que llegues en vehículo o a pata, llegarás al parqueadero donde encontrarás una pequeña casa del sector en el cual puedes pedir que te indiquen dónde empieza el sendero para llegar a la quebrada. Sin embargo, si por algún motivo no llega a contestar nadie en ese momento, no te preocupes pues el camino es fácil de seguir. Continúa avanzando por la ruta que termina en el parqueadero y, tras subir una pequeña loma a pocos metros del lado izquierdo, te toparás con una bajada algo empinada. Este tramo, rodeado de vegetación, es donde realmente comienza la aventura.
Es importante que bajes con cuidado, ya que el terreno es chance arenoso y resbaladizo, especialmente si llevas equipo de camping a cuestas. Eso le añade un toque de emoción a la experiencia. Una vez que hayas superado esta parte, te encontrarás con un sendero más definido. Aquí tendrás tres opciones: si giras a la izquierda, te dirigirás hacia la Quebrada Obscura; si vas a la derecha, llegarás al río Quingeo; y si continúas de frente, encontrarás una subida que te llevará directamente al área de camping.
¿Dónde acampar?
Sí, la respuesta más obvia sería «en el área designada para camping», y es cierto que es amplia y cómoda. Sin embargo, durante mi visita, noté que la cercanía de algunas casas alrededor del área le restaba privacidad a la experiencia. Por eso, decidí decidí llevar la experiencia un paso más allá. Al no ser temporada de lluvias, el caudal del río estaba bajo, lo que me permitió cruzar sin mojarme y acampar justo al pie del río. Fue una decisión que valió la pena: despertar con vistas hermosas del paisaje y dormir al ritmo arrullador del agua fue simplemente relajante. Además, la sensación de estar más inmerso en la naturaleza, lejos de cualquier distracción, hizo que la experiencia fuera aún más memorable.
Pero 🗣️¡Atención! Esta opción solo es viable en temporada seca. Si visitas la Quebrada Obscura durante el invierno o en épocas de lluvia, te recomiendo quedarte en el área de camping designada, a pesar de la falta de privacidad. El caudal del río puede subir rápidamente, lo que no solo arruinaría tu experiencia, sino que también podría poner en riesgo tu seguridad. La naturaleza es impredecible, y siempre es mejor priorizar la precaución sobre la aventura cuando las condiciones no son las ideales.
¿Qué hacer en Quebrada Obscura?
Una vez que hayas armado la carpa, te recomiendo dirigirte a la quebrada. No importa cuál de los spots elegiste, la quebrada estará siempre cerca. Al llegar, quedarás impresionado por su pasillo de unos 30 metros que se cobija con sus majestuosas paredes, que se alzan una frente a la otra, cubiertas de musgos vibrantes tal cual como El Plateado, le dan un aire mágico y misterioso al lugar, para al final llegar a una chorrera que nace a unos 2.5 Km del lugar. Cuando llegues a este punto encontrarás una escalera. Si la subes con cuidado, llegarás a un sitio desde donde podrás admirar el inicio de este impresionante paisaje. Después de esta experiencia, puedes continuar explorando la zona o seguir el curso del río para descubrir el lugar.
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Sobre la acampada
Quiero compartir mi experiencia personal en este increíble spot. Antes de llegar aquí con mi novia y mi hermano, habíamos realizado un camping en Paredones de Molleturo, que incluyó una caminata de aproximadamente 6 km (ida y vuelta). Al regresar a Cuenca, estábamos molidos, pero después de una ducha refrescante en el centro de la ciudad, decidimos seguir adelante y explorar un nuevo lugar que había encontrado en Google Maps. La expectativa no era muy alta; solo buscábamos un sitio cómodo para descansar. Quizás debimos haber optado por un hostal, pero las ganas de aventura nos ganaron.
Al llegar al spot cerca del río, armamos la carpa y preparamos todo para pasar la noche. Para entonces, ya eran las 6:30 p.m., así que decidimos dejar la exploración de la quebrada para el día siguiente. Mientras admirábamos el paisaje, nos dimos cuenta de que este lugar era el equilibrio perfecto entre comodidad, naturaleza y privacidad, todo bien cerca de Cuenca. Nos relajamos, recolectamos leña y yesca para la fogata, y nos dejamos envolver por la tranquilidad del lugar. Los sonidos de la naturaleza —el canto de las aves y el murmullo del río— nos transportaron a un estado de paz absoluta.


Por la noche, encendimos la fogata sin dificultad, gracias a los árboles de eucalipto que rodean el área. Después de compartir historias, alimentar el fuego, disfrutar de una buena comida y tomar algunas fotos, escuchamos unos sonidos de olfateo fuertes que nos pusieron alerta. Sin embargo, al estar cerca del río, pensamos que cualquier animal estaría lejos de nosotros. Cuando la leña comenzó a escasear, mi hermano y yo fuimos a buscar más. En el camino, él se asustó al ver dos pequeños animales cuadrúpedos al otro lado del río. Nuestras linternas no alumbraban bien, y al no poder distinguir qué eran, recordamos un letrero que decía: “Cuidado, animales silvestres”. Por un momento, pensamos que podrían ser coyotes de páramo o algún otro animal salvaje. Pero al usar una linterna más potente, nos dimos cuenta de que no eran más que dos de los perritos que habíamos visto antes de bajar a la quebrada.


Tras el susto, bautizamos a los perritos como “Coyote” y “Páramo”, y les dimos algo de comida. Después de un rato, se marcharon, dejándonos con una anécdota divertida que recordaremos por mucho tiempo. A las 11:00 p.m., decidimos ir a dormir, preparándonos para una noche fría. Sin embargo, al estar protegidos por las paredes naturales del lugar, el viento no era fuerte en la parte baja, y la noche resultó mucho más agradable de lo que esperábamos. El sonido relajante del río, combinado con el susurro de los árboles y los cantos de algunas aves nocturnas, nos acompañó hasta el amanecer.
Al día siguiente, el sol pegó directamente las carpas, aumentando la temperatura y motivándonos a salir a disfrutar del paisaje, que se veía aún más impresionante que el día anterior. Después de desayunar, tomar fotos y recoger el campamento, nos dirigimos a la quebrada para maravillarnos con esta joya escondida de la parroquia Santa Ana.
Conclusiones
La Quebrada Obscura es un refugio natural perfecto para escapar de la ciudad sin alejarse demasiado de Cuenca. Su combinación de belleza, tranquilidad y accesibilidad lo convierte en un destino ideal para una escapada corta. Desde la emoción de bajar por el sendero empinado hasta la magia de la quebrada y el río, cada momento aquí es especial.
Nuestra experiencia, incluyendo el susto con “Coyote” y “Páramo”, le dio un toque único y divertido a la aventura. Este lugar no solo ofrece un paisaje impresionante, sino también la oportunidad de reconectar con la naturaleza y crear recuerdos inolvidables. Si buscas un lugar para relajarte y vivir una experiencia auténtica, la Quebrada Obscura es tu próximo destino.